Vínculos

¿Alguna vez miraste a los ojos por primera vez a una persona y sentiste conocerla de toda la vida?

Recuerdo cuando iniciaba los talleres de TAO, leía unos textos budistas en donde decía que si alguien cruza una mirada en la calle con otra persona, el solo hecho de hacernos contacto visual y percibir la existencia del otro, porque al menos una vida juntos hemos pasado.

Sin embargo con aquella persona la cual dormimos en la misma cama, al menos sesenta mil vidas juntos hemos transitado.

Me quede pensando, si así fuera… la cantidad de karmas y desequilibrios que estamos ajustando.

Con el tiempo y en cada terapia regresiva que realizo lo compruebo, siempre estamos rodeado de las mismas almas.

Quizás sí, algunos encuentros son nuevos, pero dudo que sea de pura casualidad, al menos no es lo que siento.

Todo está pactado por nosotros mismos. Los vínculos, relaciones, aprendizajes.

Claro que existe el libre albedrío, uno decide de qué forma transitarlo, decide superarlo o no (en ese caso volveríamos otra vez a vivir la misma experiencia).

Me cansa de solo pensarlo.

Con el estudio del Espiritismo, comprendí que no es eterna la vida en la tierra, y ahí me alivie.

Cuando el alma evoluciona, aprende y consigue dejar de lado las pulsiones humanas, se eleva.

Pasa a otro plano, otro estadio, en donde la materia densa como la conocemos deja de existir.

Entonces sería uno de nuestros fines aprender a espiritualizar la materia.

Hay algo, retomando el tema de los vínculos, que me es alentador, y es que no solo aquellos vínculos karmaticos vuelven a encontrarse, sino también aquellos amores que deciden acompañarse, guiarse y ayudarse en el proceso, también acuerdan caminar juntos experiencia tras experiencia, por ende el cuerpo muere, pero el amor no se termina, y esto sucede no solo para esos amores de pareja, sino también para el amor entre padres e hijos, hermanos y amigos, el amor de alma a alma, no importa sus formas.

El amor genuino y autentico transciende los planos, y consideremos que aca en este plano terrenal, conocemos un leve porcentaje de lo que es el amor.

¿Tendríamos alguna vez acá en la tierra esa capacidad genuina de amar al otro sin intereses personales?

¿Podríamos llegar a amar a cada especie del planeta?

¿Evolucionaría la tierra a otro estadio?

Sería una utopía quizás, la evolución de la humanidad.

– Aldana Casal