Hollywood

Cuando Ryan tenía 4 años, comenzó a dirigir películas imaginarias. ¡El grito de ”¡Acción!” resonaba desde su habitación. Pero el juego se convirtió en una preocupación para los padres de Ryan cuando comenzó a despertarse en medio de la noche gritando y agarrándose el pecho, diciendo que había soñado que su corazón explotaba cuando estaba en Hollywood.⁣

Una noche, mientras su madre metió a Ryan en la cama, Ryan repentinamente tomó su mano. ”Mamá”, dijo. “Creo que solía ser otra persona”.⁣

Dijo que recordaba una gran casa blanca y una piscina. Era en Hollywood, a muchos kilómetros de su casa de Oklahoma. Dijo que tenía tres hijos, pero que no podía recordar sus nombres. Empezó a llorar, preguntándole a su madre una y otra vez por qué no podía recordar sus nombres.⁣

Un día, cuando Ryan y su madre revisaban uno de los libros de Hollywood, Ryan se detuvo en una foto blanco y negro tomada de una película de 1930, Night After Night. Dos hombres en el centro de la imagen se enfrentaban entre sí. Otros cuatro hombres los rodeaban. Su madre no reconocía ninguna de las caras, pero Ryan señaló a uno de los hombres en el medio. ”Oye, mamá”, dijo. ”Ese es George. Hicimos una película juntos”. Su dedo señaló al hombre de la derecha, con un abrigo y un ceño fruncido. “Ese hombre soy yo. ¡Me encontré!”⁣

El libro no proporcionaba ningún nombre de los actores en la foto, pero rápidamente confirmó que el hombre que Ryan dijo que era ”George” en la foto era de hecho un George, George Raft, una estrella de cine totalmente olvidada de los años 30 y 40. Aún así, su madre no pudo identificar al hombre que Ryan decía que había sido él. ⁣

Finalmente, después de semanas de investigación, confirmó el nombre del hombre con el ceño fruncido: Martin Martyn, un extra no acreditado en la película.⁣

La familia viajó a California para conocer a la hija de Martyn, y durante su charla se confirmaron docenas de hechos que Ryan había dado sobre su padre.⁣


Fuente: Psychology Today 

Deja un comentario